Si aún no has hecho pasta casera, no se puede decir que seas una auténtica cocinillas. Hacer tu propia pasta es una verdadera gozada. Entre lo buena que está y la satisfacción de saber que está hecha con tus propias manos, te aseguro que será uno de los platos que más disfrutarás en tu vida.
Se cuenta que fue Marco Polo en el siglo XIII quien introdujo las primeras recetas con pasta fresca en Italia tras su viaje por el Lejano Oriente. Aunque es muy probable que la existencia de este alimento se remonte al menos al año 3000 a. C. y se diera a la vez en diferente partes del mundo. Digamos que forma parte de los comienzos de la civilización. Lo mismo pasa con la Receta de masa de pizza, cuyos orígenes son también muy antiguos.
Como dato curioso te diré que fue en 1848 cuando se abre la primera fábrica de pasta dura en New York y no fue un italiano, sino un francés el que tuvo esta idea. Secaba sus espaguetis hechos en su máquina casera de pasta lanzándolos al techo, y de ahí surgió su idea empresarial. ¡Qué cosas!
Antes de eso, la pasta se hacía de forma manual en todas las casas italianas. Y hoy día también se sigue haciendo, aunque se combina con el uso de la pasta industrial. Lo realmente alucinante es la cantidad de tipos de pasta que existen, te dejo con un catálogo para que las conozcas:Catálogo de Pastas
Los ingredientes que necesitamos para hacer nuestra pasta fresca a mano para 4 personas son:
- 500 grs de harina de trigo
- 4 huevos grandes
¿Cómo hacemos la pasta fresca?
- Primero, buscar una superficie de trabajo limpia y seca. Disponer la harina formando un volcán.
- Cascar los huevos y echarlos en la boca del volcán junto a un poco de sal fina.
- Comenzar a mezclar con los dedos para romper las yemas y continuar con las manos. Debemos amasar con firmeza para conseguir una masa homogénea, que no debe ser pegajosa. Si esto ocurre, puedes añadir un poco más de harina. Igualmente, si queda demasiado seca o dura, podemos añadir unas gotas de agua y volver a amasar un poco.
- Cuando la masa sea lisa y elástica, ya está lista. Un truco para saber si ha llegado este punto es presionarla con un dedo, la masa debe recuperar rápidamente su forma.
- Envolverla en un paño fino ligeramente húmedo y dejarla reposar en el frigorífico durante una media hora.
- Transcurrido ese tiempo, sacar la pasta del frío. Si queremos pasta corta podemos coger porciones y darle forma de rulo para luego cortar en porciones más cortas.
- Si, por el contrario, queremos pasta tipo tagliatelle o tallarín, debemos estirar la masa con el rodillo, doblándola sobre sí misma varias veces. Una vez quede uniforme, la volvemos a estirar hasta obtener una lámina de 1,5 milímetros aproximadamente. Después la enrollaremos sobre sí misma y la cortamos con un cuchillo en rodajas que al desenroscarse son tagliatelle. El ancho de la pasta la eliges tú, según las rodajas sean más anchas o más estrechas.
- Poner a hervir agua con sal. Cuando comience el borboteo, añadir la pasta y dejar de dos a tres o cuatro minutos, dependiendo del grosor de la misma. Si no quieres usarla toda, debes congelarla en el momento o consumirla en menos de 24 horas, ya que está hecha con huevo.
Una de las recetas con pasta fresca que más me gusta es la de la foto que tienes justo encima de estas líneas: Tallarines con champiñones y cilantro fresco.
Simplemente, salteo unos champiñones y unos ajos laminados en una sartén con un par de cucharadas de aceite de oliva. Seguidamente, añado la pasta fresca y un poco del líquido de la cocción de la pasta. Salteo durante un par de minutos y listo para comer. Termino con pimienta negra molida y el cilantro fresco picado.
Otra receta con esta pasta fresca es acompañada de brócoli. Es una receta poco calórica y a la vez muy sabrosa. El Brócoli lo cocino al vapor para que conserve todo su sabor. Lo salteo en una sartén con unas gotas de aceite, un poco de pavo ahumado cortado y una pizca de nuez moscada. Finalmente, añado la pasta hervida junto con un poco de nata ligera para cocinar. Remuevo para mezclar los ingredientes y dejo que se cocine durante un par de minutos más. ¡Listo para comer!