La llegada del otoño trae consigo varias cosas que me encantan: se acaba el sofocante calor del verano, volver a las rutinas de deporte y alimentación que en verano se pierden, la luz del atardecer en esta época de año es la más bonita… Y las castañas. Este fruto otoñal es una delicia y para mí es tradición asar castañas cada año.
En mi casa siempre se han comido castañas asadas en el horno. Mi padre las adora y en cuanto empieza la temporada, de finales de septiembre a mitad de noviembre, no faltan en su casa. Así que de niña me acostumbré a consumir este fruto otoñal y era casi un ritual prepararlas en familia. Son de esos momentos en que se disfruta la sencillez de las cosas y eres feliz, sin más. Me paso lo mismo cuando preparo mi Mermelada casera de naranja (con canela) Son recetas de toda la vida y nos traen recuerdos inolvidables.

No solamente están buenísimas, sino que las castañas son muy buenas para el organismo, por lo que es muy aconsejable incluirlas en nuestra dieta durante los meses que podemos encontrarlas en el mercado. Además, aunque podamos pensar lo contrario, no tienen muchas calorías. Los beneficios de las castañas para la salud son varios. ¿Te interesa conocerlos?
Existen muchos modos de comer castañas. Se pueden hacer purés, guisarlas e incluirlas en nuestras recetas como guarnición de diferentes alimentos, pero el modo más sencillo es hacerlas en el horno con su propia cáscara, de modo que conservan todo su sabor y propiedades.
Lo más importante a la hora de preparar castañas asadas en el horno es comprar unas castañas de buen tamaño y de calidad, merece la pena aunque sean un poco más caras.
Para preparar esta deliciosa merienda para 4-6 personas necesitamos:
- 600 grs de castañas de buen tamaño
- Sal
El modo de preparación es el siguiente:
- Precalentar el horno a 200 grados
- Hacer un pequeño corte en cada una de las castañas.
- Colocar en la bandeja del horno y hornear durante unos 20 minutos.
- Sacar del horno con cuidado de no quemarnos.
- Sazonar con un poco de sal.