La pimienta es originaria de la India, como otras especias que hoy día tenemos incorporadas a nuestras recetas. A partir de ella, se hace esta salsa que destaca por su textura cremosa y por un sabor suave y a la vez picante, aunque moderado. Es una delicia que sirve para acompañar muchos platos y que reservo para ocasiones especiales.
Antes de hacer nuestra receta de salsa a la pimienta, debemos elegir entre los diferentes tipos que existen. La elección de una u otra dependerá de para qué queramos utilizarla. Creo que es buena idea saber maridarlas según su color, así que vamos a clasificarlas para poder sacarle el mayor partido en la cocina. Además de su sabor, nos aporta grandes beneficios para nuestro organismo. Así que es una especia indispensable en nuestra despensa.
- Pimienta verde: Se recolecta antes de su maduración. Sabor mentolado y fresco. Intensa, pero no muy picante. Marida muy bien con guisos de pescado y estofados de carnes.
- Pimienta negra: Se recolecta antes de que termine el periodo de maduración. Luego se secan al sol, de ahí su color. Es la más usada a nivel mundial. Sabor fuerte y picante, maridaje perfecto con la mayoría de carnes, arroces, verduras, escabeches o salsas.
- Pimienta blanca: Se recoge muy madura y sin cáscara. Su sabor es suave y para algunos es la más apreciada. Está indicada para aquellas recetas que contienen huevos, pescados o frutas. También para recetas que contengan leche o queso.
- Pimienta rosa: Proviene de una planta diferente a la de las demás pimientas, en concreto al llamado pimentero brasileño. Tiene un ligero sabor picante con un toque afrutado y cítrico suave. Suele combinarse con los otros tipos de pimientas para hacer mezclas de colores.
Ahora que ya sabemos qué tipo de pimienta va mejor con cada alimento, podemos ponernos manos a la obra con la receta de salsa a la pimienta. Como sucede con otras salsas caseras, por ejemplo con mi Salsa de yogur griega (tzatziki), el modo de preparación es bastante sencillo.
Vamos a recopilar los ingredientes para acompañar unas cuatro raciones:
- 100 ml de vino oloroso seco, coñac, oporto… Nos valdría cualquiera
- 100 ml de caldo de verduras
- 40 ml de salsa de soja
- 400 ml de nata para cocinar (puedes usar nata de soja si eres vegano)
- 30 grs de la pimienta (yo he usado rosa y blanca)
- Una pizca de nuez moscada
Vamos a pasar a la acción:
- Machacar los granos de pimienta en el mortero. Reservar.
- Poner un cazo a calentar con el caldo y la salsa de soja. Cuando esté humeante, añadir la pimienta. Remover y cocinar un minuto.
- Añadir el vino o coñac y flamear. Nunca con el extractor encendido. Dejar unos instantes hasta que se evapore el alcohol. Una vez se apague la llama, dejar cocinar unos 3 minutos a fuego medio.
- Ahora, añadimos la nata poco a poco y vamos removiendo con unas varillas. Agregar la nuez moscada y sal al gusto.
- Poco a poco, a fuego lento, la nata comenzará a hervir. Finalmente, dejar un par de minutos hasta que adquiera la textura deseada.