Creo que no hace falta que nombre esas pastillas de la gallinita que se han usado en los guisos toda la vida para dar más sabor… Hoy día buscamos condimentos más saludables y naturales. La sal de sésamo o gomasio es una opción que supera nuestras expectativas, ya que además de dar sabor, aporta 7,5 veces más calcio que la leche.
De origen japonés, solo se compone de sésamo y sal y su elaboración se hace tradicionalmente con un mortero japonés con estrías llamado suribachi, pero como la mayoría de los mortales no tienen este curioso utensilio, lo podéis moler en un mortero de toda la vida.
Además del aporte de calcio, el gomasio tiene estos efectos en el organismo:
- Antioxidante (vitamina E)
- Mejora del sistema nervioso (por la acción de la vitamina B)
- Ayuda al tránsito intestinal (por su aporte de fibra soluble)
- Disminuye el colesterol y protege el corazón
- Desintoxica el hígado y el riñón
Para que el gomasio sea de máxima calidad debemos comprar el sésamo ecológico y sin tostar. Si usamos sésamo negro, el aporte de antioxidantes es mayor. En cuanto a la sal, debe ser también sin refinar, ya que es la que nos va a portar una gran cantidad de minerales que actúan sinérgicamente con los componentes del sésamo. Esto hace que este condimento pueda considerarse un excelente reconstituyente para nuestro cuerpo y sea más que un simple condimento que aporta sabor.
La dificultad en esta receta es conseguir el punto de tostado perfecto de las semillas de sésamo.
Ingredientes que vamos a usar para preparar un tarrito de sal de sésamo o gomasio:
- 15 cucharadas de sésamo ecológico
- 1 cucharada de sal marina sin refinar
Modo de preparación:
- Lavar el sésamo y dejarlo secar sobre papel absorbente.
- Poner una sartén a calentar sin engrasar y añadir el sésamo. El truco está en conseguir que se doren levemente, pero sin quemarse. Para ello, remueve frecuentemente a fuego suave y en cuanto comience a liberar su aroma, retira del calor.
- En la misma sartén, poner la sal y repetir lo mismo que con las semillas de sésamo. Aquí lo que buscamos, más que tostarla, es eliminar la humedad que suele tener la sal marina.
- Poner los ingredientes en el mortero y comenzar la molienda. Debemos conseguir que las semillas se rompan o se abran al menos el 70 por ciento de ellas. Cuando veas que la sal y el sésamo se han integrado, ya está listo el gomasio.
Notas y sugerencias
Como ves es un condimento natural muy sencillo de preparar y sus beneficios son tantos que merece la pena hacerlo y añadirlo a tus platos. Tiene montones de posibilidades, ya que lo puedes añadir a sopas, ensaladas, guisos …
Podemos hacer la cantidad que vayamos a consumir aproximadamente en una semana, si lo conservamos en el frigorífico y tapado en un táper o en un bote con tapa.
Si te gustó este condimento, te aconsejo que mires esta salsa griega para animar algunos platos: Salsa de yogur griega (tzatziki)