Vamos a preparar un riquísimo pastel de berenjenas y calabacín que va a gustar mucho en vuestras casas. Su gratinado, el sabor del queso gorgonzola y la textura de las verduras al horno hacen de este pastel una verdadera delicia.
Por sacar parecidos, podemos verle cierto aire con la musaka por el uso de la berenjena y el gratinado. También con la lasaña porque vamos a usar capas para ir dándole forma y estructura a nuestro pastel, aunque con menos calorías porque no vamos a usar láminas de pasta. Pero lo más importante es que es una receta de esas que seguro repetirás.
Si nos ponemos a mirar la parte económica también tenemos un motivo más para prepararla, ya que sus ingredientes son muy asequibles.
Lo que me gusta de este tipo de recetas, además de lo que ya te he comentado arriba, es que la base es verdura, con lo cual el aporte de fibra es muy alto y todos sabemos que esto es esencial para una alimentación saludable
El resto de los ingredientes vienen a aportar proteínas, calcio y otros alimentos muy necesarios también para nuestro organismo.
En cuanto a la dificultad de este plato te diré que es de 2º de cocinillas y que hay que hacerlo cuando tengas un ratito para disfrutar en tu cocina.
Sin más, vamos a hacer la lista de la compra para este pastel de berenjenas y calabacín de unas 4 raciones:
- 250 grs de calabacines
- 250 grs de berenjenas
- 5 huevos
- 1 placa de pasta filo que cubra el fondo del molde o tartera que vamos a usar
- 100 grs de queso gorgonzola
- 100 grs de queso mozzarella en lonchas
- 50 grs de queso cheddar rallado (opcional)
- 300 ml de nata
- 4 cucharadas de aceite de oliva suave
- Media cucharadita de pimienta negra molida
- Media cucharadita de nuez moscada
- 50 ml de aceite de oliva virgen extra
- Sal
Si ya lo tenemos todo, podemos empezar a cocinar nuestro pastel de berenjenas y calabacín:
- Cortar los calabacines en láminas de un dedo más o menos y añadirles un poco de sal. Poner en la sartén con la mitad del aceite a fuego suave, dándoles la vuelta cada 2 minutos. Para que se pongan tiernos pronto es buena idea tapar la sartén; el vapor ayudará a conseguirlo. Sacar y reservar.
- Mientras se hacen los calabacines pelar y trocear las berenjenas a dados no muy pequeños. Poner sobre papel absorbente con un poco de sal para que expulsen un poco de líquido que puede amargar.
- Una vez que vemos que el papel está húmedo (suele tardar unos 15 minutos) ponemos las berenjenas a pochar en la misma sartén de los calabacines con el resto del aceite. Remover de vez en cuando hasta que estén tiernas.
- Batir los huevos en un recipiente hondo. Aparte, mezclar el queso gorgonzola con la nata y batir hasta obtener una salsa homogénea. Incorporar a los huevos batidos junto con las especias y la berenjena pochada. Remover.
- Engrasar con unas gotas de aceite el molde apto para horno que vamos a usar y disponer sobre él la pasta filo adaptándola a su forma y recortando lo que nos sobresalga del molde.
- Ir alternando capas de calabacín con capas de la mezcla de todos los ingredientes e introducir en el horno a 180 grados durante 15 minutos, momento en que abrimos el horno y ponemos la mozzarella y el cheddar. Hornear 15 minutos más.
Notas
Como recorté mi pasta filo, con el sobrante hice una especie de crujiente para adornar mi pastel. La verdad es que quedó bastante rica. Mi horno es grande y metí a hornear unos tomates que usaré para varias recetas y para adornar el pastel. Tal y como está el precio de la luz, es bueno aprovechar cada vez que usemos el horno para cocinar más alimentos.
Pues hasta aquí mi receta de pastel de berenjena y calabacín que espero que te haya gustado. Como siempre hago, te dejo otro enlace por si quieres más ideas: Sopa cremosa de tomate y cebolla