Todos deberíamos hacer una fondue al menos una vez en la vida. Es una delicia ver como se funden los quesos en una salsa cremosa en la que te mueres por empapar tu trozo de pan crujiente. El hecho de compartir este momento al rededor de esa olla candente genera anécdotas y risas, de manera que es una opción ideal para fiestas y celebraciones.
Aunque la receta de fondue de queso y sobre todo, la parafernalia que la rodea, te parezca un poco pija, la realidad es que su origen es de lo más humilde. Imagina un grupo de pastores en los fríos Alpes Suizos, con solo unos trozos de queso endurecidos como único menú. Poner los diferentes quesos en un caldero y fundirlos para comer algo caliente parece lo más razonable… Y usar unos pinchos metálicos, una gran idea para no achicharrarse los dedos: ¡Le voilà! Ha nacido la fundue.
Como tantas otras veces, los platos más representativos de un país nacen de la más pura necesidad. Son lo que llamo recetas de aprovechamiento. Otro ejemplo muy claro son las french toast , que al igual que la receta de fondue de queso, es uno de los platos más consumidos en Francia.
Con el tiempo, se añadió algún ingrediente como vino blanco e incluso licor de cerezas (kirsch) o especias a la mezcla original y la receta de fondue de queso se extendió más alla de Suiza, como ya he dicho, hacia Francia y también a Italia. Así que, como cabe esperar, hay numerosas variantes de la misma.
Para hacer esta receta más asequible, yo te propongo una mezcla de quesos fáciles de encontrar, pero con un gran resultado:
- 200 grs de Enmental
- 300 grs de Gruyere
- 200 grs de Gorgonzola dulce
- 150 grs de Camembert
- Un diente de ajo
- 200 ml de vino blanco verdejo
- 1 cucharada de maicena
- 2 cucharadas de zumo de limón
- Una cucharada de pimienta rosa molida (si no tienes, usa la que tengas)
- Media cucharadita de nuez moscada molida
- Frutas, pan y panecillos variados para mojar en el queso fundido.
El modo de preparación es el siguiente:
- Rallar los quesos y reservar por separado.
- Cortar el diente de ajo a la mitad y frotar el interior de la fondue.
- Poner a calentar la fondue a baja temperatura y añadir el queso Gruyere, el Emmental, el zumo de limón y la mitad del vino blanco. Es importante no subir mucho la temperatura para que se vaya fundiendo poco a poco, si no, la mezcla podría cortarse. Remover lentamente.
- Cuando la mezcla esté casi derretida, diluir la maicena en el resto de vino y agregar junto con los demás quesos a la fondue. Remover en círculos lentamente para facilitar la mezcla de todos los ingredientes.
- Cuando observemos que la mezcla es homogénea en textura y color, sabremos que nuestra fondue está lista. Espolvorear con la pimienta y la nuez moscada y listo para mojar.