Esta ensalada tan depurativa y deliciosa es de fácil preparación y tiene un coste bajo, lo que hace que sea un entrante ideal para la época estival. Su textura crujiente y su sabor agridulce son irresistibles al paladar, que queda prendado al instante por este bocado oriental.
El origen de la ensalada de pepino asiática o sunomono se remonta al período Edo de Japón (1603-1868), cuando se popularizó el consumo de alimentos encurtidos en vinagre como forma de conservación de alimentos durante los meses de verano. El término “sunomono” significa literalmente “cosas en vinagre” en japonés, lo que refleja la importancia de esta técnica de preparación en la cocina japonesa.
A través del tiempo, la receta de ensalada de pepino asiática se ha convertido en una preparación muy popular en muchos países, con diferentes ingredientes y estilos culinarios. Hoy en día, se puede encontrar una gran variedad de ensaladas sunomono que utilizan ingredientes como pepino, zanahoria, calabacín, algas, tofu y mariscos, entre otros. Hay que perder el miedo a combinar ingredientes dispares en las ensaladas, te dejo un ejemplo de combinación de lo más curiosa, pero que está buenísima: Ensalada de sandía y gambones
Yo he hecho una versión sencilla de esta ensalada de pepino asiática tan apetecible, te enumero los ingredientes que he usado para una fuente mediana de ensalada:
- 2 pepinos holandeses u otro tipo, si no encuentras
- 1 1/2 cucharaditas de jengibre fresco rallado o en polvo
- 1 cucharada de salsa de soja o salsa de ostras
- 4 cucharadas de aceite de sésamo u otras semillas, como lino o girasol
- 2 cucharadas de vinagre de arroz
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de azúcar
- Un poco de sésamo
- Chile rojo (opcional)
Verás que fácil es preparar esta ensalada de pepino con sésamo:
- Cortar las puntas del pepino y quitar algo de la piel, Yo les quito algunas tiras solamente. Según la variedad de pepino, la piel es más o menos dura. Si es pepino holandés, puedes dejarle algo de piel.
- Cortar el pepino a trozos y ponerlo en un bol.
- Mezclar todos los ingredientes de la vinagreta, menos el sésamo, con ayuda de una varilla. Rociar el pepino con ella y meter en la nevera al menos una hora.
- Sacar de la nevera, añadir el sésamo y el chile en finas rodajas. Servir al instante para que no pierda el frescor.