Últimamente está de moda la kombucha, y es una moda de lo más saludable. Su origen lo encontramos en China, donde era muy apreciada por la dinastía Tsin en el año 220 a.C. por sus propiedades terapéuticas. Es una bebida efervescente, con un sabor ligeramente ácido, que se acentúa cuanto más aumenta el tiempo de fermentación. Podemos añadir frutas, hierbas o especias para darle distintos matices…

Este exótico té de hongos puede convertirse en tu mejor aliado para recuperar parte de esa flora perdida. Yo desde hace tiempo, he incluido en mi dieta alimentos probióticos y puedo asegurarte que se nota su efecto casi de inmediato. Por ejemplo, en invierno tomo mucha Sopa de miso, mientras que en verano me decanto por esta bebida refrescante a la que puedo añadir diferentes frutas, hierbas o especias para saborizar.
- Una banda elástica
- Un colador de plástico o acero inoxidable
- Botellas de vidrio para almacenar la kombucha fermentada
Debemos saber que no es posible preparar kombucha sin azúcar, ya que este ingrediente es necesario para que se lleve a cabo el proceso de fermentación.
Una vez dicho esto, vamos a ver qué ingredientes necesitamos para hacer nuestra kombucha casera:
- 3 litros de agua sin cloro
- 8 bolsitas de té negro o verde (también podemos usar una combinación de ambos)
- 200 gramos de azúcar
- 1 SCOBY (cultivo simbiótico de bacterias y levaduras)
- 200 ml de kombucha ya fermentada, que actúa como líquido de arranque
Ahora vamos a comenzar el proceso de cómo hacer kombucha:
- Asegúrate de que todos los utensilios y recipientes estén bien limpios. La higiene es importante para evitar contaminaciones no deseadas.
- Hervir 3 litros de agua y agregar las bolsitas de té. Dejar que el té repose durante unos 15 minutos. Luego, retirar las bolsitas de té y añadir el azúcar. Mezclar hasta que se disuelva por completo.
- Dejar que el té se enfríe a temperatura ambiente. No agregar el SCOBY mientras el líquido esté caliente, ya que podría estropearlo.
- Una vez que el té esté completamente frío, verter el líquido de arranque (los 200 ml de kombucha) en el frasco de vidrio. Luego, añadir delicadamente el SCOBY en el frasco. Debemos asegurarnos de tocarlo con las manos limpias.
- Cubrir el frasco con el paño de tela transpirable y sujetar con la banda elástica para evitar la entrada de elementos contaminantes. Colocar el frasco en un lugar oscuro y bien ventilado, a temperatura ambiente (idealmente entre 20 y 27 grados).
- Dejar que la kombucha fermente durante 7 a 14 días. El tiempo de fermentación puede variar según tus preferencias personales. Probar la kombucha con una pajita para ver si ha alcanzado el nivel de acidez y sabor que nos apetezca.
- Una vez que la kombucha haya alcanzado el sabor deseado, retirar el SCOBY y un poco de líquido para usar como arranque en tu siguiente preparación. Guardar la kombucha restante en botellas de vidrio tapadas en el refrigerador. Recuerda que la kombucha continúa fermentando incluso en el frigorífico.
Es posible realizar una segunda fermentación: Para ello, vierte la kombucha fermentada en botellas de vidrio, dejando aproximadamente 2,5 cm de espacio libre en la parte superior. Puedes añadir frutas, zumos o especias para saborizar. Tapa bien las botellas y déjalas fermentar durante 1 a 3 días a temperatura ambiente antes de meter en el frigo.