La gracia a la hora de cocinar ciertas verduras puede suponer el que queramos comerlas a menudo o solo cuando queremos quitarnos el cargo de conciencia tras un fin de semana de “tapitas”. Esta receta de brócoli salteado con queso es un buen ejemplo de lo que digo.
Cuando cocinamos verduras, a menos que estemos siguiendo una dieta estricta donde solo se nos permita una cucharadita de aceite y un chorrito de limón, el secreto está siempre en saber darle ese puntito que engancha y que las convierte en el más irresistible de los platos.
El brócoli tiene muchos detractores, en parte por el olor que desprende a la hora de cocinarlo, pero hoy te voy a contar un truco para que ya no tengas excusa para disfrutar esta maravillosa verdura y puedas beneficiarte de todas sus propiedades y vitaminas.
El truco del que te hablo no puede ser más sencillo. Solamente tienes que poner un vaso o taza con vinagre blanco al lado del recipiente donde vayas a cocinarlos. El vinagre actúa como desodorizante y acabarás con el problema. Al evitar el olor, evitarás también que tus hijos salgan corriendo antes de la cena. Solo se enterarán del menú una vez servidos los platos y ya no habrá escapatoria.
En cuanto al modo de cocción, yo prefiero hacerlo al vapor para que conserve todos sus nutrientes. Para esta receta donde luego va salteado y como me gusta que quede “al dente”, solo los cocino 5 minutos. Si aún no tienes un utensilio para cocinar al vapor, ya deberías haberlo comprado. Te aseguro que el sabor de la verdura es diferente al que resulta de hervirla en agua. La primera vez que probé el brócoli al vapor descubrí esta enorme diferencia y ya siempre lo cocino así.
Los ingredientes (para 2 personas) son los siguientes:
- Dos ramilletes medianos de brócoli verde
- 4 dientes de ajo
- 1 cucharada de pimentón de la vera dulce
- 4 colines o “picos” como decimos en Andalucía (si no tienes puedes usar un trozo de pan duro
- Una cucharadita pequeña de comino molido y otra de cilantro en polvo.
- Unos dados de queso suave o tofu si eres vegano
- Aceite de oliva virgen extra
- Vinagre
- Sal
Como ves, no necesitamos demasiadas cosas para nuestro brócoli salteado con queso… Así que nos ponemos manos a la obra:
- Cocinar el brócoli cinco minutos al vapor (o hervidos si no tienes utensilio de vapor) previamente enjuagado y desgranado.
- Freír los ajos pelados enteros en un poco de aceite de oliva a temperatura muy suave para que se pongan tiernos sin quemarse. Sacar y poner dentro de un mortero junto con los picos o colines, el comino molido, el cilantro y 3 cucharadas de vinagre. Moler con la maja hasta conseguir una pasta homogénea. Disolver esta pasta en medio vaso de agua tibia. Reservar
- Retirar el exceso de aceite de la sartén donde hemos frito los ajos y dejar solo dos cucharadas. Añadir el pimentón y remover durante medio minuto a fuego suave. Echar el brócoli y saltear durante un minuto.
- Añadir la mezcla que obtuvimos con el mortero más 200 ml de agua. Remover suavemente y dejar a fuego medio durante 15 minutos hasta que la salsita espese y reduzca un poco.
- Servir y poner unos trocitos del queso que te guste, yo te aconsejo uno suave porque es un plato con mucho sabor y así le das un contrapunto con el queso. Los veganos podéis ponerle tofu.
Ideas y sugerencias
Al igual que mi sugerencia de queso como colofón final y de tofu para los veganos, hay otras opciones para esta receta. Mi madre siempre lo acompaña con un huevo cuajado y así lo convierte en una comida muy completa. También puedes optar por no añadirle el queso y usar el brócoli como guarnición para un filete de pollo a la plancha o para acompañar algún pescado al vapor o hecho de un modo sencillo. Será una manera de dar sabor y animar tu almuerzo o cena. Espero que te haya gustado esta receta de brócoli salteado con queso.
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