Sé que muchos de vosotros vais a leer “receta de pollo al horno barnizado” y encontraréis un poco raro este nombre. Y tenéis razón, pero os aseguro que esta una de las maneras más sabrosas y originales de comer pollo que podáis probar.
¿Qué queremos de un pollo al horno? Yo lo tengo muy claro: sabor, jugosidad, chispa y una preparación sencilla. Pues no busques más, porque esta receta tiene de todo eso.
Uno de los problemas cuando hacemos el pollo al horno es que corremos el peligro de que nos quede seco, ¿No te ha pasado? Pues bien, en esta receta vamos a usar la técnica del adobo, una técnica cien por cien española que luego se extendió por distintos países de Sudamérica y que va a facilitar que el pollo te quede de lo más jugoso y suculento.
El adobo suele llevar pimentón, ajos y otros ingredientes, pero lo más importante para que sea un adobo es el vinagre, así que nosotros vamos a hacer un adobo muy original; vamos a usar vinagre de Módena y miel. Seguramente ya vas entendiendo ese colorcito del pollo, ¿Verdad? Pues vamos allá.
Esta receta apenas tienen dificultad, la puede hacer cualquier cocinilla en prácticas.
Vamos al mercado (para dos personas):
- 2 pechugas de pollo, muslos o cuartos traseros, puedes hacerlo con las partes que más te gusten.
- 250 ml de vinagre de Módena (suficiente para que el pollo quede cubierto durante el proceso de maceración)
- 150 ml miel de caña (si no tienes, puedes usar la miel que tengas por casa)
- 2 cucharadas grande de mostaza antigua
- De 1 a 3 guindillas, eso ya tú mismo
- Pimienta negra molida
¿Preparados para la acción?
- Buscamos un recipiente con un poco de fondo donde podamos poner el pollo limpio y salpimentado para luego cubrir con el adobo.
- Mezclar el vinagre con la miel en un cuenco. Si la miel está muy cuajada podemos calentarla unos segundo para que se haga más líquida y así conseguir una mezcla homogénea.
- Añadir la mostaza, las guindillas (yo las echo a trozos y dan más pique) y un poco de sal. Mezclar bien.
- Introducir el pollo en el recipiente que hayamos elegido para macerarlo. Debe quedar más o menos cubierto. Durante el proceso de maceración moveremos las piezas de pollo varias veces para que se empapen del jugo por igual. Debemos dejarlo macerar un mínimo de 12 horas y un máximo de 24.
- Sacar el pollo del adobo y colocarlo en la bandeja del horno, previamente precalentado a 180 grados, con un poquito de aceite en el fondo para que no se pegue. Rociar con el adobo.
- Dejar hornear durante unos 70 minutos a unos 140 grados.
Notas
Por la acción de la miel, la salsa queda espesa y melosa, con un sabor plagado de matices que te enganchará desde el primer bocado.
En este caso he rematado mi pollo al horno barnizado con un poco de cebollino picado y no le he puesto guarnición, porque era para mi cena y no quería más calorías, pero también me gusta mucho acompañado de arroz largo salteado con pimienta negra molida y sal. Yo creo que la guarnición para esta receta debe ser sencilla, porque este pollo tiene mucha personalidad y no queremos una pelea de sabores en nuestro paladar.
Un suave puré de patatas o una ensalada de brotes tiernos pueden ser también un buen acompañamiento para esta receta.
Cuéntame qué te ha parecido mi receta de pollo al horno barnizado y si lo has hecho con alguna variación a mi receta.
Como veo que te gustan las recetas originales y sencillas creo que también te pueden gustar mis Patatas guisadas con mejillones y aceitunas negras